Por Claudio Velázquez @claudiusvelaz
Diferentes episodios de la historia paraguaya han saltado a un éxito rotundo, gracias al magnífico relato en el cual los brillantes escritores nos sumergen. Hoy aquellos episodios englobados dentro de la denominada historia reciente, se podrían constituir en un atractivo para continuar con aquellas viejeras novelas. Sin duda uno de estos hechos, el cual dejó muchas interrogantes y paradigmas, es el recordado “megasalto” del 4 de agosto del 2000.
Y sí, agosto también es recordado porque en aquella jornada nocturna unos 11.132.000 $ se disponían a través de empresas de transporte y custodia de valores, a ser remitidas a NYC – EE.UU., con una parada en Buenos Aires. En todo momento, sorprendió a los investigadores, las facilidades con las cuales se perpetró el delito, mucho se habló de una “entrega acordada”.
El asalto se había producido en una camioneta Chevrolet C-10 encontrada un día después del hecho y con varios orificios de bala. En una entrevista dada en el año 2018 el fiscal de la causa, Limas, comentó que se llegó a algunos de los autores directos, uno de ellos de apellido Romero llegó a fugarse de Tacumbú en el año 2002. Otro de ellos murió asesinado en diciembre de 2002, aparentemente por desacuerdos en la repartija del botín. Un tercer implicado fue encontrado víctima de misterioso accidente en el Chaco en el 2001. Después, más que supuestos identikits, y un dinero robado que pasó a ser parte de tantos hechos sin esclarecer.
El hecho llegó a generar tambaleos en la presidencia de Luis Ángel González Macchi, que por aquel entonces superaba el año de gobierno. Varias teorías fueron surgiendo en torno a este hecho, muchas de ellas a 23 años siguen y seguirán sin ser definidas.
Identikits de supuestos asaltantes, publicado por el diario ABC Color en agosto del 2000.