Por Tahiana Larissa
“Las Miradas” es el cortometraje de Lucas Guerrero, que fue presentado en el IndieFest 2023 de Encarnación.
Lucas Guerrero tenía una idea rondando en su cabeza. Había grabado una serie en Asunción, luego regresó a Encarnación donde filmó varios videoclips e hizo algunos cortos, además de publicidad. Tenía tiempo libre y ganas de contar algo. También tenía material que había escrito y entonces se dijo: ¿por qué no?
Este corto se produjo en un período que no pasó de dos semanas. Se filmó, se escribió el guion y todo. Guerrero venía de reproducir diversos materiales audiovisuales en Asunción. Había grabado una serie, y luego volvió a Encarnación, donde grabó varios videoclips e hizo algunos cortos, además de publicidad. Tenía, por un lado, tiempo libre, bueno, no mucho tiempo, pero tenía tiempo y, por el otro lado, tenía ganas de contar esto. Ganas de contar algo y también tenía este material que yo había escrito, y entonces dije: ¿por qué no?
“Tenía ganas de contar algo y también tenía este material que yo había escrito y entonces dije: ¿por qué no?”
Hizo una transcripción, digamos, de lo poético a lo audiovisual, escribí guion cinematográfico con el poema que había hecho, y una vez que tuve el guion, contacté con mis amigos y me puse a grabar. En verdad, casi toda la producción, el material fue mi creación en todos los aspectos, desde la producción, la cámara, la fotografía, la dirección, el sonido, todo y está basado en un esquema de producción que sea realizable por una persona. Desde la preparación del guion, siempre tuve en mi mente que yo iba a hacer todo, entonces escribí para que fuese posible realizarlo de esa manera. Ya tenía en mente quién iba a ser mi protagonista, que es un amigo mío, se llama Awen, y también sabía quién iba a ser la voz en Off. Sabía quiénes serían todos los personajes, ya sabía las locaciones que quería usar. A medida que escribía, yo iba visualizando y armando todo el audiovisual completo en mi cabeza. De ahí surgió “Las miradas” y aparentemente le gustó mucho al público, y está disponible en YouTube.
¿Qué te gustaría que la audiencia se lleve consigo al final del corto?
Te diría que la gente piense lo que quiera pensar, sienta lo que quiera sentir y juzgue lo que quiera juzgar o lo que el corto le invite a pensar, sentir o juzgar. Yo no quiero llevar a la audiencia a un pensamiento determinado, me gustaría que la gente saque sus propias conclusiones cuando lo vea. Al menos en este trabajo.
Ya que no es un trabajo tan narrativo en el sentido tradicional de la cinematografía, si no es más bien algo experimental, más bien poético, entonces yo creo que los sentimientos que puede llegar a tener la gente, pueden ser diversos. Además, como decía Roland Barthes, al final, la obra se termina cuando el espectador consume y saca sus conclusiones, así que espero, que la gente saque sus propias conclusiones.
¿Qué mensaje te gustaría compartir con los jóvenes a quienes te gustaría seguir tus pasos?
Para cualquier persona que esté interesada en producir, en hacer cine o arte en general, le diría que lo haga y si necesita recursos materiales o lo que sea para realizar su arte, que lo haga sin esos materiales, incluso, pero que lo haga. Pueden llegar a pensar que sin tal material, o tal equipo, el arte será malo, pero en verdad opino que es mejor hacer mal arte que no hacer nada. Como mencioné antes, en mi caso, desde un principio yo sabía que iba a hacer todo y la verdad que no me molestó, ni incomodó, o incapacitó de ninguna manera. Yo les diría a todas esas personas que si quieren hacer arte, háganlo, no estén reflexionando o dándole muchas vueltas, y no estén buscando cosas que no tienen para luego justificar el porqué no hacen nada. Hagan, y no dejen de hacerlo. Si uno hace y no para de hacer, en algún momento esos materiales que uno necesita van a venir hacia uno, sin que uno vaya hasta ellos. Sin embargo, si uno de entrada no lo hace, no se abrirá algún camino que lo acerque a sus metas. No es un camino fácil, que sepan que posiblemente van a sufrir, pero el sufrimiento es inherente a la existencia humana, y en la vida se sufre, y en este caso, ¿por qué no sufrir por el arte?
¿Cómo podría el público formar parte de estos espacios culturales como el IndieFest, y qué otras actividades se promueven en él?
Para cualquier persona que esté interesada en participar en estos eventos, en verdad es una cuestión de comunidad, de participar, de militar, de activar estos espacios y estar constantemente agitando el avispero. El INDIFEST lo organizamos entre amigos, fuimos tres personas, las organizadoras, y las demás personas nos ayudaron en cosas puntuales, logísticas y ya en el momento como mano de obra. Pero nunca se iba a dar el espacio, la verdad si no era por la comunidad de artistas de Encarnación. Todas las personas que ayudaron y compartieron de alguna u otra manera, estaban conectadas acá. Acá en Paraguay, bueno en general, sabrás que en Encarnación en específico es más notable el hecho de que no haya apoyo estatal o apoyo gubernamental o apoyo alguno.
“Yo les diría a todas esas personas que si quieren hacer arte, háganlo, no estén reflexionando o dándole muchas vueltas, y no estén buscando cosas que no tienen para luego justificar el porqué”
Ni siquiera del sector privado de ningún tipo, mucho menos para actividades culturales autogestionadas y disidentes o que no se alinean con los estándares normales de lo que es la cultura de consumo masivo.
Si las personas quieren formar parte de estos espacios, que se muestren, que hablen, que canten, que griten, hagan ruido y en algún momento serán escuchados y tomados en cuenta. Lo importante es estar presente y hacer.
¿Cómo podrían nuestros lectores apoyarlos?
Y la mejor forma de apoyarnos sería primero y antes que nada compartiendo y consumiendo el arte. Sobre todo consumir y darle la importancia que se merece. Ya que estamos en un punto de nuestro desarrollo tecnológico como sociedad globalizada, y en el que hay acceso a tanta información, que muchas veces las cosas se vuelven redundantes o pasan desapercibidas o terminan muy rápidamente en el gran basurero de las cosas de la sociedad.
Es fundamental que se aprecie el arte que se produce de manera local, de manera independiente, y en pequeña escala, porque no es rápidamente consumida y devorada por el fuego de este gran vertedero, que es la globalización en la que vivimos. Si la gente quiere apoyar, lo mejor que puede hacer es mirar, escuchar, recitar, leer y apreciar y, después de hacer todo ese proceso digestivo del arte, compartirlo con otras personas e incentivarlas a que valoren y a que observen con cierto cariño. Después de todo, puede ser tu vecino, tu primo, tu pariente o tu amigo. Para mí es muy lindo, y tiene mucho más valor, ver una pintura, leer un poema o escuchar una canción hecha por un amigo con el que puedo sentarme a tomar un tereré, o al menos me voy a cruzar con él por la calle, antes que escuchar un tema de Pitbull o de Ricky Martin que ni saben que existo. Tiene un valor poético sólido, yo diría, o me imagino, pero me gustaría que más gente piense como yo y de esa manera, darle más valor a lo que producen sus más cercanos en distancia, al menos.