Naciste de la selva virgen mujer de piel morena, ojos negros y cabellos largos y lacios.
Eres brava guerrera de sangre guaraní, tus desnudos pies camina por las frías aguas del río, duermes rodeados de frondosos árboles y frutas silvestres, despiertas con el amanecer del dorado sol y duermes con el cobrizo atardecer.
En la noche, la plateada luna acompañada por las brillantes estrellas arrullan tus sueños, la brisa acaricia tu bello rostro, es Dios que te toca con sus manos, las mariposas danzan en el aire maravilloso revoloteo de sus alas
las aves, papagayos y tucanes embellecen con sus colores, aparecen los animales amigos, el jaguar, el zorro grande y el mono, el colibrí, recoge las almas de las flores y danzan frente a ti, ves las flores de mburukuja que nacen en el alba y duermen en el ocaso.
Guardiana de la tierra sin maldad, llena de magia y misterios, el amor vive en tu vientre que engendra vida, tus besos son dulces como miel de abejas,
tu sonrisa alegra el espíritu de la selva viva, ruegas perdón a la madre tierra por la crueldad de los hombres, diosa encarnada en belleza de mujer, que el sol acaricia tu cabeza erguida mirando la verde vegetación.
Por Felipe Armando González
Clorinda-Formosa Argentina
